No solo limpiar la tapiceria y el coche totalmente por dentro hará que su valor aumente, hay muchos apartados que podremos mirar para que nuestro coche de segunda mano, tenga una tasación mejor. Además, hablaremos de esas cosas que nosotros mismos provocamos y por lo tanto, podemos evitar o revisar antes de vender el coche usado. Me refiero a las averías.

Las averías son algo común e inherente a los coches, y suelen aparecer en el momento más inoportuno, como cuando nos disponemos a vender un coche usado o bien, cuando su nuevo propietario se propone a disfrutarlo. Motivos suficientes para revisar nuestro coche antes de ni siquiera ponerlo en venta. Además, para más inri, un estudio ha revelado que el 60% de los coches circulan por la carretera con defectos. Y recuerda que si no hemos puesto clausula en el contrato de compra-venta, seremos responsables de todos los vicios ocultos del coche.

A continuación, cinco acciones y sistemas que pueden provocar averías y que deberíamos evitar y revisar si estamos pensando en vender un coche de segunda mano. Realmente habría que evitarlo y revisarlo siempre, pero vamos a centrarnos en ese momento en el que se nos pasa por la cabeza vender nuestro coche.

  • Subirse y golpear los bordillos. Decirme una sola ciudad o un solo pueblo donde no haya coches subidos al bordillo. Es algo tan normal como el llover, pero seguro que muchos no saben lo que puede acarrear eso. Si tú, que estás leyendo ésto, eres asiduo a subir el coche a los bordillos, te recomiendo que antes de venderlo lo lleves al taller porque es posible que algunos elementos de suspensión, los neumáticos y diversos elementos puedan estar dañados.
  • Badenes, resaltos, baches. Horrible, lo se. Cada día hay más badenes y resaltos en las calles. Su función, como todos sabemos, es controlar la velocidad de los vehículos que circulan por ellas, lo que supone que pasarlos a velocidades moderadas, es un tramite más del día a día que no acarrea problema alguno. Ahora, yo he llegado ha ver coches golpeando con los bajos del frontal al pasar por un badén como si fuera de carreras. No solo provocarás daños en la suspensión, sino que incluso podrías romper otros elementos mucho más caros y delicados.
  • Aire acondicionado. Si hay un elemento que a pesar de ser plenamente prescindible, siempre es un valor añadido en el caso de un coche usado, ese es el aire acondicionado. ¿Cuantos habremos bendecido su presencia en días de verano? Pero este sistema tiene sus problemas: los malos olores y el mal funcionamiento. Los malos olores pueden ser por muchas cosas, como usar el aire acondicionado prácticamente vacío o porque no funciona bien la bomba. El caso es que revisar este sistema antes de vender el coche nos evitará tener que regatear con el posible comprador. Un valor añadido como he dicho.
  • Aceite de poca calidad. No he visto uno, sino decenas de casos en los que se escatima hasta el más misero céntimo a la hora de cambiar cosas como el aceite. Yo siempre digo, ‘hay que gastarse el dinero en ruedas, frenos y aceite como mínimo’. Con eso, tendremos siempre un coche totalmente correcto y funcional, en perfecto estado. Un aceite de mala calidad significa un envejecimiento prematuro del motor, incluso puede acarrear averías, un mayor consumo, mucho humo por el escape y otras cosas que no vamos a relatar. Tampoco sirve usar aceite de calidad y no cambiarlo cuando procede, el aceite con el tiempo pierde propiedades. No cuesta nada en el próximo cambio de aceite, poner uno de calidad y que ademas, figure en la ficha de mantenimiento del coche.
  • Problemas eléctricos. Para terminar, vamos a enumerar el único sistema que crea problemas sin que nosotros ‘ayudemos’. Para que os hagáis una idea, cuando un coche llega al taller por avería, lo primero que se revisa es el sistema eléctrico del mismo. Así que, antes de vender tu coche, comprueba que todo funcione correctamente y si vives en la costa, con mucho más motivo.