Hay un tema un tanto peliagudo en la venta de cualquier coche, y ese es el seguro. Peliagudo porque puede costarnos una fortuna y arruinarnos completamente si no hacemos bien las cosas con la póliza al vender mi coche. Importante, muy importante prestar atención a este apartado. Vamos a ver porque.
Todos sabemos lo complicado que puede ser contratar un seguro para nuestro coche en según que casos e incluso lo dificilísimo que es cobrar la indemnización en según que otros, así que imaginaros lo que puede ocurrir cuando vamos a vender un coche de segunda mano. Mucha gente se pregunta llegado este punto, que pueden hacer y si en caso de cancelarla le devolverán el dinero que corresponda.
Lo primero que debemos tener muy claro, es que la póliza del seguro es independiente de nuestro coche y por tanto, la podemos traspasar, cancelar o si se prefiere, quedarnos con ella y usarla con otro coche. Además, es importantísimo que antes de tomar ninguna decisión, nos informemos sobre la posibilidad de realizar las acciones mencionadas con una simple llamada de teléfono. Bueno, realmente, la única que debemos consultar es la posibilidad de traspasar el seguro a otra persona, pero eso vamos a verlo a continuación. Solo una cosilla antes de continuar. No se contempla por ningún lado la devolución del dinero. No lo hacen ni las tiendas de ropa, olvidate que lo haga una seguradora.
Cuando vayamos a vender coche usado tenemos dos opciones a parte de cancelar la póliza del seguro: continuar con ella o traspasarla.
Continuar con la póliza.
Para muchos, debido a su antigüedad en la compañía o cualquier otra cosa, lo más recomendable es continuar con la póliza y usarla en otro coche. Ésto es relativamente sencillo, solo tendremos que contactar con la aseguradora y ellos nos darán los pasos a seguir, que por otra parte, son muy fáciles. Tenemos que darles fecha de venta de mi coche y la fecha de compra del nuevo vehículo, así como otros que nos pedirán como marca, modelo, motorización y ese tipo de cosas.
Con esos datos, harán un cálculo sobre el coste de asegurar el nuevo coche y si corresponde, se descontará de la tarifa lo pagado cuando teníamos el anterior modelo. Es decir, que si estábamos pagando 500 euros y el nuevo cuesta asegura 800 euros, solo tendremos que abonar 300 euros.
Puede darse el caso en el que hayamos vendido nuestro coche de segunda mano antes de comprar el nuevo, pero algunas compañías nos ofrecen la opción de guardar ese dinero abonado y no disfrutado y descontarlo de la póliza del coche nuevo cuando lo compremos. De todas formas, es mejor informase detalladamente porque hay algunas aseguradoras que nos darán hasta un año para comprar el coche nuevo y otras que no ofrecen esta posibilidad.
Traspasar el seguro
Esta opción es tan fácil como la anterior, pero puede acarrearnos muchísimos problemas si no lo hacemos bien. Primero, llama a la aseguradora y pregunta cuales son las condiciones. Habrá compañías que no traspasen las pólizas y otras, que tendrán condiciones específicas para asegurar a cualquier persona. Importante, llama por teléfono que ahora todos tenemos ‘minutos gratis’. Te pedirán los datos personales del nuevo asegurado como la edad del mismo, años con el carnet de conducir, parte de incidentes… con estos datos, evaluaran si aceptan o no aceptan.
En caso de aceptar has terminado tu trabajo. A partir de ahora será el nuevo asegurado quien tendrá que hacerse cargo de todo. Pero si no aceptan la cosa cambia, pues deben avisar mediante escrito y además, devolverte la cantidad de dinero abonada y no disfrutada que corresponda.
Ojo a una cosa que hacen muchos para que la aseguradora les devuelva el dinero. Hay quien se inventa los datos del nuevo asegurado para que concuerde con los excluidos por la compañía y así obligar a ésta a devolver parte del dinero. Si la aseguradora se da cuenta, no nos devolverán nada de nada e incluso nos podrán sancionar. Otro caso es vender el coche y no comunicar ni cancelar la póliza, por lo que el seguro del coche está a nuestro nombre pero siendo conducido por otra persona. En caso de accidente, la aseguradora pagará los daños, pero automáticamente nos demandará para que seamos nosotros quienes paguemos por nuestra mala fe al no comunicar la venta del coche y del seguro. Además, también nos obligarán a pagar la parte proporcional de la póliza que le habría correspondido al nuevo conductor si fuera el caso.
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