Cuando estamos vendiendo un coche llega un momento en el que tenemos que quedar con el posible comprador y enseñarle el coche que tenemos a la venta, mi coche. Es una situación complicada porque no solo tenemos que enseñarle el coche para que lo pueda ver en vivo y en directo y no solo en foto, sino que tenemos que conseguir que finalmente se quede con el coche, tenemos que convencerle. Ya os he contado como tratar con el posible comprador en otra sección y aquí os voy a contar como enseñar el coche para que el comprador no tenga ninguna duda.
Hay algo que es vital cuando mostramos nuestro coche a una persona y es quedar en un lugar público y hasta cierto punto concurrido y a poder ser, de día; no es de recibo quedar más allá de las 20 horas en invierno pues el sol ya es totalmente de noche, ni en lugares poco concurridos como un polígono industrial en fin de semana. Así solo conseguiríamos tener un buen susto y en el peor de los casos que nos roben. Otra de las cosas que debería hacerse es acudir acompañado mínimo por otra persona, podemos ir con más gente, pero es posible que el comprador se asuste. En el caso de las mujeres, preferible que vayáis con un amigo y no con una amiga. Ya sabéis como funciona ésto de los sexos, los hombres imponen más aunque luego una racha de viento les tire al suelo.
Antes de acudir a la cita hay que sacar todo lo que tengamos dentro del coche; vaciamos el maletero, la guantera y los huecos de las puerta, el comprador debe tener libertad total para mirar donde quiera sin miedo a encontrar cualquier cosa, además que daría muy mala imagen. Y por favor, el coche limpio, tanto por dentro como por fuera. Queda muy mal acudir con el coche lleno de porquería, denota dejadez.
No importa si el interesado en mi coche abre o cierra las puertas 40 veces, o si abre el maletero y se mete dentro, si toquetea o si mueve los asientos, debe tener libertad para mirar el coche y ver si hay algo que no le gusta. Nadie compra sobre catalogo y menos aún hablando de cosas usadas.
Uno de los peores puntos para los propietarios: la prueba dinámica. No queda otra que dejarle para que compruebe como funciona el coche, pero hay que dejar cosas claras: las multas las paga el que conduce, hay que dejarle acelerar pero siempre sin pasarse y al mínimo síntoma de conducción temeraria, incumplimiento de normas o cualquier cosa que nos ponga en peligro, se obliga a parar y se suspende la prueba.
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