En España, tenemos impuestos para casi todas las acciones diarias, sobre todo si con esas acciones ganamos patrimonio, ya sea dinero o bienes inmuebles y muebles. como un coche. Todo conlleva consigo el consabido pago de tasas e impuestos y como seguro que mucha gente no conoce los impuestos añadidos a la compra-venta de coches usados, nosotros te los vamos a contar. Ya hicimos un breve repaso a los gatos que hay detrás de un automóvil, pero en esta ocasión solo nos vamos a centrar en los impuestos generados con la compra-venta de mi coche, pues no solo atañen a la matriculación y e impuesto de circulación, también hay impuestos por la transmisión de un vehículo como elemento patrimonial.
Impuestos para el vendedor
Vamos a empezar por las tasas que afectan al vendedor, que es realmente a quien va dirigido Super Tasador y luego so contaremos los impuestos que afectan al comprador, para tener toda la información posible siempre. Así que vamos con ello.
Vender un coche de segunda mano conlleva, de primeras, tributar en el IRPF por la ganancia patrimonial que ha se ha obtenido. El coche se vende por dinero, y eso es patrimonio. No obstante, tenemos una pequeña trampa o truco, si quieres llamarlo así, aunque yo prefiero llamarlo ‘coherencia’. El pago del IRPF en la venta de un coche usado solo se tendrá que hacer cuando el precio de venta supere el precio de compra, es decir, que para pagar el IRPF habría que vender el coche por mas dinero del que se pago por el.
Esto quiere decir que por normal general, nunca se tendrá que abonar el pago al IRPF en la venta de un coche de segunda mano a no ser, que estamos hablando de coches de colección o coches clásicos, unidades que por diversas razones suelen tener un valor más alto.
Impuestos para el comprador
Ahora vamos a pasar a los impuestos que tiene que pagar el comprador de un coche usado, y aunque estos impuestos ya no afectan al vendedor del coche de segunda mano, nunca esta de mas conocerlos por si acaso.
Lo más llamativo, es que el comprador de un coche de segunda mano, tendrá que pagar muchos más impuestos (muchos, muchísimos) que el vendedor, como por ejemplo, el gravamen por Transmisiones Patrimoniales (ITP), que se calcula mediante unas tablas oficiales y que está regulado por el Real Decreto 1/1993. Para su cálculo, se toma el mayor valor entre el estipulado en la compra-venta y el fijado por el Ministerio de Industria a través de una serie de tablas que se publican de forma anual. Además, hay que aplicar un multipicador al valor de mercado dependiendo de los años que tenga el coche de segunda mano usando la siguiente tabla.
Pero no todo acaba aquí, pues una vez obtenida la base imponible hay que aplicar un porcentaje que varia en cada Comunidad Autónoma, pero que se mueve entre el 4 y el 8%, dependiendo de los años del coche.
El Plan PIVE tiene una pequeña trampa
Y ya para terminar, a modo de ‘bonus track’, contaros una pequeña cosilla. El Plan PIVE no es un ‘regalo’, tiene un pequeño peaje del que nadie dice nada. El Plan PIVE se considera, a efectos fiscales, como una renta no derivada de transmisiones patrimoniales y tributa al tipo marginal de cada contribuyente. Vamos, que cuando se haga la declaración de la renta, esos ‘hasta 2.000 euros’ no harán pagar.
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